domingo, febrero 11, 2007

Esto es un gorrión: un pájaro de unos doce centímetros con el pico fuerte, cónico y algo doblado en la punta. Pero el gorrión también es, según el Diccionario del Español en Cuba publicado por Gredos "melancolía especialmente producida por la añoranza de la tierra natal". Bueeeno, que estoy engorrionada por muchas cosas. Hoy me dio por limpiar un poco el cuarto de Tula, mi despachito, mi leonera, mi centro de operaciones y empecé a tirar papeles viejos pero reencontré fotos, cartas de mi madre, dibujos de Pably, proyectos por hacer y sueños que hace años no se cumplieron. Pepe se me apareció con sus manuscritos de colores y no se me ocurrió otra cosa que sonarme los cinco discos de Carlos Varela. Puede que algunas canciones ya no me hagan tilín, porque han pasado los años y me vuelvo cada vez más antigua, pero volví en música a esa Habana que añoro con delirio, sabiendo que nada es igual. Entonces me sabía cada frase de una canción, cada estribillo. Ya no. ¿Verdad, Carlos Varela? Ya no es igual. Los días no volverán aunque echemos a correr. Me curo en salud, porque los días no volverán a ser lo que fueron ayer. Y nadie me impide que me asalte un gorrión. Ojalá alguien me lo impidiera. Nada, que hoy es domingo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No te engorriones, Puchita, que tú eres la alegría.