lunes, febrero 12, 2007

TOKIO (Reuters) - Una mujer japonesa de 70 años ha sido juzgada por bombardear a un hombre de 79 años con 200 cartas de amor, limpiar repetidamente su tumba familiar y romper una orden de alejamiento, informaron los medios el fin de semana. Los demandantes dijeron en un tribunal en la prefectura de Ibaraki al este de Japón que la acusada había entrado a la fuerza siete veces en la casa del hombre entre julio y octubre del año pasado a pesar de una orden de alejamiento de la policía, dijo el diario Mainichi. Los abogados defensores dijeron además que la mujer había enviado 206 cartas de amor y limpiado la tumba familiar del hombre 85 veces. Después de la orden de alejamiento, la mujer demandó 1,25 millones de yenes por la cantidad que pagó para conseguir el carné de conducir para viajar a su casa y los costes de gasolina. Más tarde, la mujer empezó supuestamente a enviar cartas amenazando al hombre, cita el diario el acta de acusación. Los abogados piden una sentencia de 10 meses de prisión porque creen que existe una alta probabilidad de que la demandada puede realizar otra infracción. Esta es la noticia, pura y dura. La reproduzco íntegramente porque si no, sé que no me van a creer. ¡Pero bueno, ¿qué cosa es esto, caballero?!!! Los estrógenos y la progesterona de esta señora andan un poquito revueltos ¿no? ¡Señoraaa! !Contrólese, por favor! que está usted muy mayor para estas cosas. A ver, señora ¿qué es eso de limpiar el panteón familiar? Si ya irán al mismo cielo japonés porque el que se vaya primero, tendrá su GPS y todo. Y su camarita digital para mandarle -vía nuevas generaciones de teléfonía móvil que se exponen hoy en Barcelona- dónde y en qué nube se aloja el objeto de sus desdichas. Cálmese, que esto no lo hago ni yo. Ya ve: 10 meses en la cárcel por un amor desmesurado. Lo que pasa con los amores desmesurados es que llegan a convertirse en un verdadero horror la mayoría de las veces. ¡206 cartas de amor!!! Es increíble... ni yo con mi digitación a prueba de secretaria. Tranquilícese y olvide al pobre anciano, señora, que si no le quieren... ni aunque invada su casa y su vida le van a querer, y mucho menos a pagar el milloncito de yenes que reclama ¡pillina! No sea usted coñazo, señora y cálmese. El signo de la imagen es AMOR en japonés. Como estamos en época de rebajas, mi hermana cumple dos años de casada con Mitch y hay jornada de San Valentín... le hago la puñeta a El Corte Inglés. ¡Y cálmese, señora!

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