jueves, enero 25, 2007

Mira qué cosa más linda/ más llena de gracia/ ella es la muchacha que vemos pasar... Es probable que todo el mundo haya escuchado alguna vez "A garota de Ipanema", una de las canciones más famosas del Bossa Nova y de la Música Popular Brasileña. Cuentan que andaban tomándose unas cervecitas en el Bar Veloso de Ipanema y la vieron caminar por la acera con su juventud y su belleza. Tom Jobim estaba casado. Vinicius de Moraes también, pero siempre se defendieron de sus mujeres diciendo que por eso la canción funcionó: porque todos los hombres del planeta habrían mirado a Heloisa Eneida Menezes Pais Pinto, conocida como Helô Pinheiro, que vivía muy cerca del Bar Veloso, en la calle Montenegro nº 22. Cuando Helô tuvo un novio formal y decidió casarse, su padrino de boda fue Antonio Carlos Brasileiro de Almeida Jobim, el mismo que la lanzara a la fama internacional con esa canción de compleja simplicidad que no sólo abre una bellísima colaboración con Vinicius de Moraes, sino que sienta las pautas de lo mejor de la música brasileña hasta el día de hoy. Y creo que lo digo con conocimiento de causa. El Bar Veloso se llama ahora "A Garota de Ipanema". Allí me fui porque me lo pidió mi amigo Eduardo, y me senté en una mesa de la terracita "a verlos pasar". Hoy 25 de enero, ANTONIO CARLOS JOBIM habría cumplido 80 años. En su homenaje se han hecho muchas cosas: desde una Palma de Oro en el Festival de Cannes y un Oscar por su "Orfeo Negro", hasta la famosa llamada por teléfono de Frank Sinatra. Yo sólo quiero recordarlo porque Ipanema es un poco más hermosa desde que se sentaron estos dos en el Bar Veloso y pasó Helô. El aeropuerto Internacional de Rio de Janeiro no tiene nombre de héroe de la independencia de nada, ni de reinas ni de guerreros: el Aeropuesto Internacional de Río se llama Antonio Carlos Jobim. Tom no está desde que en 1994 se le parara el corazón en el hospital Monte Sinaí de Nueva York. ¿Y qué? Él está aquí: "É pau, é pedra, é o fim do caminho, é um resto de toco, é un pouco sozinho...é un caco de vidrio, é a vida, é sol, é a noite de meu coraçao..." Esto cantado con Elis Regina no hay como pagarlo. Feliz cumpleaños en el cielo, Maestro Soberano: nada mejor que seguir escuchándote.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué lindo Tom Jobim. Y qué bueno que lo hayas recordado. Besos.