Esta noche hubiera querido hablar sobre la Belleza. Mejor: escribir sobre esa obsesión por la belleza corporal que se está tragando a las sociedades occidentales. Pasó que vi un reportaje sobre lipoesculturas (y aquella grasa amarilla cayendo desde unas nalgas un poco enormes a una especie de batidora, las marcas con plumones de colores alrededor de las tetas, los labios inflados de silicona líquida o los pómulos pinchados con botox) Encima, pusieron el primer capítulo de la tercera temporada de la serie "Nick Tup" que me pone los pelos de punta. No sé ni pa' qué la veo... pero quería mirar algo más de las actitudes que nos pueden llevar a buscar la belleza física por encima de todo. Y lo digo yo, que soy bastante feíta y no me importa demasiado. Quería comentar,además, la aparición en España, concretamente en Marbella, del que llaman Doctor Pene, el pseudo cirujano Jørn Ege Siana, médico danés condenado en Alemania por negligencias en las intervenciones de estética. Se afirma que ya ha practicado operaciones en la Costa del Sol y abrirá su propia clínica en primavera. Le dicen Doctor Pene porque es capaz de alargar un miembro viril 5 centímetros, pero parece que después no funcionan. Lo que pasa es que hace un rato, cuando estaba es esta comemierdería, subió a mi casa "la extraña pareja"que forman Inma y Jose. Ella es 15 años mayor y vino a decirme:"Puchi, tengo un cáncer". Lo raro de todo esto, o lo mágico o lo distinto, es que no me lo contó con tristeza, ni con miedo, ni siquiera con un poquito de autocompasión. Simplemente, la extraña pareja se peleó en casa, en medio de sus ginebras con limón -casi a gritos- por lo que nunca imaginé oir: "Es que él no entiende que la enferma soy yo" ¡"Es que que ella no entiende que la quiero tanto que estoy enfermo!" Jose está asustado y no la quiere dejar solita; Inma está cansada de tantos sueros y no quiere que la besen todo el rato... Es tremendo, pero esto también es la belleza dura, la de todos los días, no la de las liposuciones y los botex.
Decía Baudelaire que "La irregularidad, lo inesperado, la sorpresa o el estupor son elementos esenciales y característicos de la belleza". Ojalá la vida le de un tiempo más a Inma; ojalá que Jose aprenda a saber esperar. Estoy triste por ella y por él. Estoy contenta porque tanta belleza compartida bien vale la pena.
miércoles, enero 03, 2007
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