viernes, diciembre 01, 2006
Yo he oído casi de todo en esta vida, pero ¡que estén en huelga los encantadores de serpientes, es demasiado! Pues cuidadito, que están en pie de guerra (¡y ellos sí son hombre-hombre, que se beben el veneno de los colmillos de las cobras!) El problema ha sido una ley, promulgada desde 1972, que prohibe tener reptiles como animales de compañía, pero vaya usted a saber a quién se le ha ocurrido (a las autoridades, dice la noticia) incautar las serpientes de los "saperas" como se les conoce y estos han organizado una manifestación frente a la Asamblea de Bhubaneshwar, capital del estado de Orissa. Mira tú para esto. Pero la reivindicación es lógica: no tienen tierras ni posibilidades de aprender cualquier otro oficio, así que unas 300 mil familias se han quedado sin sustento: las rupias que ganan con el espectáculo es su único medio de vida. Cuando se sientan en el suelo y esperan a que se forme un círculo a su alrededor, comienzan a tocar una flauta de bambú llamada "tumarit" que despierta a las cobras de su letargo, haciendo que salga de la cesta. Los científicos han explicado, que el sonido de esta flauta agrada a las cobras macho, porque es parecido al que emiten las hembras. Al no encontrar su pareja, el reptil se yergue de manera majestuosa y se vuelve hacia su domador, meciéndose con lentitud al compás de la música del tumarit.
Pero hay quienes sí que los comprenden: la organización ecologista Wildlife Trust for India ha afirmado que estos "saperas" tienen unos conocimientos tradicionales muy útiles en varios ámbitos e incluso, que la riqueza musical es impresionante. Para probarlo, el Habitat Center, uno de los principales centros de Convenciones de Nueva Delhi, acogerá el próximo día 17 el primer concierto ofrecido por encantadores de serpientes.
Bahar Dutt, la autora del informe, explica que cada uno de los encantadores puede utilizar unas 7 serpientes al año, cifra nada comparable con las que se emplean con fines comerciales, usando la piel en bolsos y zapatos o el veneno para productos farmacéuticos. Por cierto... cuando hace unos días el "adorable" presidente Bush fue a dar un discurso al aire libre en una explanada del monumental Fuerte Rojo, esas mismas autoridades contrataron a varios "saperas"para evitar que se le acercaran víboras y otras serpientes, que campan a sus anchas en esa zona. ¡Qué penita, Dios mío!
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