lunes, diciembre 04, 2006

Como a Pinocho ya le han dado la extremaunción, porque le falló su podrido corazón con by pass, no voy a comentar la rabia que me da que se muera tranquilito en la cama de un hospital militar chileno. Simplemente siento que haya logrado pasarse a la justicia democrática de su país por el arco del triunfo y la silla de ruedas, de la que se levantaba cada vez que le daba la gana. Como ha ganado el antipático de Chávez por un 61 % de los votos de los venezolanos, que han ido a las urnas con alegría y responsabilidad, siento tener que aguantar sus payaserías y salidas de tono hasta 2013, pero esa ha sido la voluntad de un país que confía en su desafinada revolución bolivariana. Como no me da la gana de ensuciar mi "elegante" Blog hablando de los etarras detenidos o por detener... pues me voy a poner frívola. ¡Me encanta la frivolidad! Porque no es para menos: en Berlín, aquel Berlín gris del muro vergonzante, se está celebrando la 16º Convención Internacional del Tatuaje, donde se concentran los más importantes creadores del mundo. Entre diseños coloristas y pinchazos con máquinas sofisticadas, estos artistas del sello perpetuo en los cuerpos y filosofías libertarias en las mentes, debaten y comentan ese horror al vacío del que padecen muchos seres humanos; bueno... los que se pueden dar el lujo de pagar para que su cuerpo parezca el de El Hombre Ilustrado de Bradbury. No sé si- como en el cuento de Bradbury- sus historias llegarán a cobrar vida, pero si a estos masoquistas refinados la vida se les llena con los dibujos de sus cuerpos, que sean felices, que al final ellos sí que no le hacen daño a nadie. Otra noticia que me alucina viene de Moscú, esa enorme ciudad imperial y ex-comunista: allí se está celebrando el Salón del Chocolate, una lujosa pasarela donde cada vestido de noche, cada sofisticado atuendo, se confecciona únicamente de eso, de chocolate. Esculpidos directamente sobre los cuerpos de las modelos o ensartados como bombones en finísimas telas, los suculentos modelazos acabarán quedando sólo para la memoria fotográfica de un país que ya no entiendo. Y al final, la tristeza de que Amaral se despida de los escenarios. Hoy dan su último concierto, aunque están grabando su quinto disco. Este concierto será gratuito y muy particular: Jorge Aguirre y Eva Amaral, acompañados por una batería no le han hecho asco a las nuevas tecnologías y será transmitido por telefonía móvil, Internet y televisión ADSL que, por cierto, no sé lo que es. Nada de esto le hace daño al mundo. Pinocho sí que lo hizo. Que descanses en guerra, hijo de puta.

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