viernes, diciembre 15, 2006

¡Caballero, como está el servicio...! Ya se sabe que los sirvientes fieles, aquellos que estaban con la familia toda la vida, son una especie en extinción. Ahora se impone más el tópico de las novelas policiacas: "el mayordomo lo hizo". Ahí está el de Lady Di, que ha sacado más dinero que Bill Gates con Microsoft (ya sé que exagero); o la asistenta personal de los Beckham, el chofer de la Jurado o la niñera de Isabel Pantoja. Te rescinden el contrato, y a largar por esa boquita todos los detalles de la vida privada de los jefes. Ahora le ha tocado el turno a Alejandro Sanz. Pero vamos a ver, criaturita... ¿a quién se le ocurre tener un mayordomo cubano en tu residencia? Es un problema de simple tradición popular: cuando un cubano está en Miami ya se ha hartado de que le den órdenes, y si encima de estar a tu "fiel" servicio 6 años, lo mandas a la calle... pasa lo que pasa. Lo cierto es que este país se "conmocionó" con el comunicado aparecido en la prensa hace un par de días en el que el cantante aseguraba tener un "hijo secreto" de tres añitos, concebido fuera de su matimonio con la modelo mexicana Jaydi Michel. ¡Mira tú qué problema más grande! Pero el caso es que -más allá de que esto de los hijos secretos, que me parece tan antiguo y telenovelero, se haya puesto de moda en este país- el caso es, digo, que el mayordomo cubano, que se llama Carlos y su mujer Silvia, tenían todo preparado para venir a España a contar lo que saben y llevarse una buena tajada de los secreticos del autor de Corazón Partío. Pero lo que no intuyó el cubano, es que Alejandro les iba a reventar la exclusiva con ese comunicado donde él mismo admitía "los hechos". Mi comentario se habría quedado aquí, si no fuera porque esta madrugada, a las 4 de la mañana, la policía de Miami Dade irrumpió en plan "patada en la puerta" en el domicilio de mayordomo y sirvienta, lo registraron, incautaron desde el ordenador portátil hasta fotos y documentos sustraídos de la residencia de Sanz y fueron llevados a Comisaría imputados de los cargos de robo y extorsión. ¡Ay, compadre, en tremendo lío te has metido! Ya la mujer salió de la Comisaría bajo una fianza de 5000 dólares, y el fiel mayordomo todavía está detenido. Así están las cosas. Cubanito, soy señores... cubanito de verdad... vale más ser cubanito, aunque se lo tome a mal... Como ven, queridos: no siempre. A veces se lo toman a mal.

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