jueves, agosto 17, 2006

La historia de la Humanidad ha determinado, según qué época y qué espacio, una serie de oficios que puede que existan desde siempre (decoradores, jardineros, sanitarios, brujos, veterinarios, modistos, cocineros, barberos, funerarios) Otros han desaparecido definitivamente. Y así, por la misma regla de tres, cada día aparecen nuevos: los especialistas en marketing o en turismo, los informáticos, los agentes inmobiliarios, los vendedores de seguro, los de la televenta, los especialistas en análisis de conducta del FBI, los crackers, los hackers, los Dj... Aunque todo el mundo parece estar de acuerdo que hay uno, "el más antiguo", que no va a desaparecer jamás: la prostitución. Y no digo las putas, porque mira que ya los niños no se cortan un pelo y se anuncian como "gigolós", "amantes por un día" o "pingueros" (palabra que detesto). Y así y todo, esta vida no deja de asombrarme cada día. Esa caja tonta que es la televisión me da la inmensa oportunidad de conocer nuevos deportes de riesgo, nuevos conflictos que no logro comprender y nuevos oficios. Porque no me dirán que ser acróbata vaginal no es un encanto. Pues sí. Hay una española, que no llega a los 22 años que pretende romper el Guinnes de los Récords al introducirse en su vagina una tira metálica de 20 metros de longitud. La criaturita en cuestión se llama Sonia y disputa su estrellato en el cine porno europeo con otras, más mayores y experimentadas, aunque nadie como ella ha sido capaz de entrar, vagina adentro, 20 metros de perlas, que al sacarlas pdían saborear los asistentes a su espectáculo . Y lo que ha llamado "megaconsoladores". La niña, que salió de una página en Internet, ha tenido una carrera imparable: debutó con los más importantes productores españoles del porno -Private, Toni Ribas, Max Cortés, Nacho Vidal, Narcís Bosch...y ha aparecido en revistas como Interviú y en un montón de programas de televisión. Pero lo mejor de todo es que los músculos de su zona pélvico-vaginal le han permitido firmar autógrafos... sí con un megabolígrafo conectado a su chirri. Este dibujito que ven está hecho con eso. Lo único malo es que, a la pobre, la oí hablar en la tele. Sólo dijo: "bájate de ahí, que te se ven las bragas". Pobre ángel mío, y yo con estos pelos.

2 comentarios:

Janario dijo...

Como creo que tiene relación, me gustaría aprovechar tu texto para invitarte a visitar una nueva viñeta que sobre el asunto de la locura transitoria he publicado hoy en mi blog:
Descanso de Ojos
Muchas Gracias!

Anónimo dijo...

Puchi, tú estás más loca que una cabra. Tu blog está empingao, sigue adelante. Un beso, Ale (el hijo de Omar) p.d. Dos patrias tengo yo, quien tú sabes y la noche.