jueves, julio 27, 2006
Nunca he podido entender las perversiones del dinero.
Y lo que hagan el Brad Pitt y la Angelina Jolie con el suyo, me da igual, la verdad, pero poner a su bebé en el museo de cera de Madame Tussaud en Nueva York me parece aberrante (la bebé de la foto es la pobre criaturita de cera) y ellos ahí, tan panchos. La niña tiene la desgracia de llamarse Shiloh Nouvel Jolie-Pitt. Te ponen ese nombre y encima te momifican... es para sentirse desgraciada toda la vida. Si la señora Marie Groshotz , casada con el ingeniero François Tussaud -que empezó a modelar la cera en 1770- se hubiera imaginado esto, esa sí sería su "Cámara de los horrores". Nada de decapitados en la Revolución francesa ¡qué va! Esto sí que me supera, tanto como las cosas del otro momificado Michael Jackson, o la Madonna (que nos conocemos: todos somos de la cosecha de agosto del 58) Me quedé atrás. Al menos el negro blanco y la otra señora se dejaban esculpir en cera a ellos mismos, no a sus bebés (bueno, el bruto de Michael casi tira a uno de sus niños por un balcón) Pero esta pobre criatura aparece con su pulovito azul y sus jeans de bebecita, tan tranquila y dándose el gustazo mientras sus papás adinerados posan felices. ¡Ay, ellos tan lindos, tan "actores" tan ricos! Esto habría que denunciarlo. Ya quiero ver yo la cara que se les pone a los de Aldeas Infantiles o de Médicos sin Frontera, entre los que me cuento aunque sólo pueda poner 10 € al mes. Vaya batalla. Contra el dinero a ver quién puede.
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