jueves, julio 20, 2006
Bueeeno, bien, vale, me equivoqué: toqué la tecla equivocada y no me han salido más que las chapucerías que son normales en mí. Lo siento, pero lo de la Felicidad estaba bonito aunque un poco chambón, lo reconozco. Y ya ven: no doy la cara. Prometo que intentaré estudiar un poco y cuando aprenda, volveré a la carga. Lo único malo de estas cosas es que no puedes arreglarlas. Los cabrones que las inventan no dan oportunidad ninguna para cubrir el ridículo. ¡Pues ya está! Me salió mal. jajajajaaa Al carajo! Hoy he sido feliz unos minutos y eso recompensa. A ver si mi justificación sirve de algo. Nada, que para ridículo el video que recibí hoy de un señor que está a punto de cumplir 800 años y se baña él solito en las playas de mi ex-felicidad.
Que alguien nos ayude a todos los hijos bastardos de Pedro Páramo y de los sitios felices. "Y así me lo aprendí yo".