miércoles, marzo 28, 2007

Tengo estos huesos hechos a las penas/ y a las cavilaciones estas sienes:/ pena que vas, cavilación que vienes/ como el mar de la playa a las arenas. /Como el mar de la playa a las arenas,/ voy en este naufragio de vaivenes,/ por una noche oscura de sartenes/ redondas, pobres, tristes y morenas./ Nadie me salvará de este naufragio/ si no es tu amor, la tabla que procuro/ si no es tu voz, el norte que pretendo./Eludiendo por eso el mal presagio/ de que ni en ti siquiera habré seguro,/voy entre pena y pena sonriendo. Hoy, 65 años sin Miguel Hernández.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Alondra de mi casa,/ ríete mucho./ Es tu risa en los ojos/ la luz del mundo./ Ríete tanto/ que en el alma, al oírte,/ bata el espacio.// Tu risa me hace libre,/ me pone alas./ Soledades me quita,/ cárcel me arranca./ Boca que vuela,/ corazón que en tus labios/ relampaguea.// Es tu risa
la espada/ más victoriosa./ Vencedor de las flores y las aondras.

Hoy, toda mi vida con Miguel Hernández y este fragmento que me hace recordarte tanto.
Te quiero, puchilinda.

Puchi en alguna parte dijo...

Si tuviera que dar un pedacito de vida sólo a cambio de tus lindas gozaderas, me quedaría en ná, Marga. Gracias.