lunes, marzo 19, 2007

Era la Voz femenina de Brasil, y fue tremendo cuando la encontraron muerta de una sobredosis de cocaína hace ya 25 años; Elis Regina Carvalho da Costa tenía sólo 36. Nacida musicalmente a mediados de la década de los sesenta en lo que se dio en llamar el "post bossa nova", pronto comenzó a incorporar a su repertorio la música de los jóvenes de la MPB (Música Popular Brasileña) y a tratar temas políticos y sociales que la bossa nova había dejado de lado. A través de sus discos, Elis impulsó las carreras de compositores como Milton Nascimento, Gilberto Gil, Joao Bosco o Ivan Lins. Mujer de vida agitada, impetuosa, temperamental, ambiciosa y de difícil trato, recibió justificados apodos tales como Pimentinha o Furaçao. Pero por encima de todo, la intensidad de su voz y la fuerza encima de un escenario la convirtieron en un mito de la música popular brasileña. Dijo Toquinho: "Era un sonido que alegraba el corazón, que hacía a la gente no dudar de Dios. Era la voz de una mujer que la canción ha hecho inmortal. Lo más cercano al cristal y a la perfección. Hoy ella no canta más, no vamos a vibrar con emociones nuevas, pero esa voz está ahí, en viejas grabaciones, en la radio o en el sonido de un bar, en un disco, en cualquier lugar, para que la gente recuerde cuándo fue feliz. "Saudade" de Elis". Ahora se acaba de editar una colección completa de su música que incluye actuaciones recuperadas en DVDs y viejos álbumes casi olvidados. Lindo homenaje, Pimentinha.

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