martes, marzo 20, 2007

Ellos son José Víctor Rodríguez Caro y José Luis Medina: los afamados diseñadores andaluses Victorio&Lucchino. Casi siempre son noticia por sus fabulosas colecciones de moda que pasean por las pasarelas de medio mundo. Hoy, no: es que, después de 30 años de convivencia amorosa y laboral, se han casado en el Ayuntamiento de Carmona, en Sevilla. Sin aspavientos, con sólo dos testigos y pidiendo a la prensa el máximo respeto por esta decisión que pertenece exclusivamente al ámbito de su vida privada, Víctor y Luis han formalizado lo que ellos consideran un mero trámite burocrático pero necesario. Ya saben que no soy mucho de pasarelas y esas cosas, pero quise contarlo porque me ha parecido una noticia linda, limpia, que rompe con un buen bofetón la cara de los (muchos) que siguen sin creer en el amor entre hombres o entre mujeres. Y aquí están ellos: talentosos, experimentados, exquisitos, inseparables con tres décadas de hermosas creaciones a sus espaldas, y no señor, nooo... no tienen que ser promiscuos, y los afectos existen. Me salen bastante mal estas cosas de la moda, pero es que estoy embotada de escuchar disparates de la derechona sobre la Guerra de Irak, insensateces del Bush y del Aznar cuando ya hace cuatro años que ese país se cae a pedazos. Y como lo de las pasarelas no es lo mío, mucho menos comento lo de la Naomi Campbell entrando a limpiar retretes con un abrigo de visón gris plateado. Ella que siga tirando teléfonos a las cabezas de sus empleadas y haga el ridículo en tacones y con las botas de trabajo colgándole del hombro. ¡Ay que ver!

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