jueves, marzo 15, 2007

Decía Antoine de Saint Exupéry que "si uno se deja domesticar, corre el riesgo de llorar un poco". Puede que a estas alturas de mi vida, domesticarme ya no sea posible, ni "domesticar" la palabra adecuada; pero rejoderme, sí. Hubo una época en que creí, firme y profundamente en cosas que para mí eran más que sagradas (porque no pisé una iglesia en la vida, pero sí campos deportivos antes dominio de las carreras de galgos o aeropuertos militares reconvertidos en enormes pistas de ruedas de casino) y eso es tan sagrado como que fue mi niñez, mi adolescencia, mi juventud...y mira tú qué cosas: ahora nada de eso vale. ¡Una mierda! ¿Una mierda? Hoy me ha costado mucho ensamblar todo esto que quiero decir, y como el Blog es mío, me enredo lo que me da la gana. A ver si me explico: la llamada "Ley de la Ilustración", o Ley de verificación de las biografías, ha encendido el debate político y social en Polonia. Casi un millón de personas están obligados a partir de este jueves a declarar si colaboraron o no con los servicios secretos de la era comunista. La mayor parte son funcionarios, profesores y periodistas. ¡Los gemelos Kaczynski están de tranca! Ahora, con el argumento de cerrar el oscuro capítulo del comunismo de una vez por todas, incluso la Iglesia está en el punto de mira: ¡hasta el Arzobispo de Varsovia, se caga y su nombramiento ha sido anulado cuando se descubrieron sus vínculos con el antiguo régimen! Los que se declaren en rebeldía, y no se pronuncien ante las autoridades, se arriesgan a perder su trabajo por un periodo de diez años. La revisión de las declaraciones comenzará el 15 de mayo en el Instituto de la Memoria Nacional ¡qué horror! y se calcula que el proceso concluirá dentro de quince años, lo que quiere decir que muchas personas habrán muerto antes de que se sepa si fueron o no colaboradores del régimen. Ufff, qué mala me pongo... En Hungría no hubo manera de que el Primer Ministro dijera su discurso en el Día Nacional porque muchachos de la extrema derecha le tiraron huevos y de todo al socialista, mientras unos esforzados agentes los esquivaban con paraguas negros: una maravilla de seguridad. Pero eso no es lo peor: mi antiguo "campo socialista" se ve metido en líos porque Bruselas no entiende sus deudas y el más rico de los ricos, éste que es dueño del Chelsea (equipo de fútbol, claro), del gas y del petróleo ¡se divorcia! pero se divorcia en Rusia, su país natal, porque en el Reino Unido le sale más caro. 16 mil millones de euros tiene la criaturita... Y yo sin una caja de Cohibas. No hay derecho con lo que "he llorado un poco".

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