martes, febrero 20, 2007

HOY VOY A HABLAR DE SEXO. SEXO CONTEMPORÁNEO. Es que como anoche, mis noches que son madrugadas, me entró aquel estado psicótico-femenino, me olvidé de lo que antes quería comentar: estuve viendo un programa sobre el tema. El del sexo, claro, no el de la psicosis menopáusica. Y me quedé trastornada, desorientada, confundida y más rara que un gato azul marino. Una pedagoga acaba de publicar un libro sobre la sexualidad de los adolescentes en España y explica las tres prácticas más utilizadas hoy en día: el peeting, el chilloutsex y el dogging, ese que se practica cuando tienes bluetooth. ¡Mira tú, qué cosas! (No hay problema, mi hermano...así mismitico me quedé yo, ya lo advertí). Porque vamos a ver: yo me había aprendido que hacer footing no es lo mismo que hacer jogging. Footing es para adelgazar corriendo, y jogging cuando corres libremente para superar el stress. Si es posible en el Central Park. Después conseguí superar el problema que me generaba el bullying, palabreja olvidable pero que se usó mucho cuando aquel pobre niño se tiró de un puente por el acoso de sus compañeros de la secundaria y dije ¡coño, si esto quiere decir acoso escolar! (que por cierto, ha habido en todas partes siempre. Desgraciadamente me sé más de un caso desde que estaba en Los Camilitos, y a estos pobres se les llamaba trajín.) Pero llegó el gran problema que significaba el mobbing , cuando una muchacha de Madrid puso una denuncia. Glupp. Nada, cuando tus jefes te ningunean, te dan trabajo por debajo de tus posibilidades, te ignoran y dije ¡Ah! hijeputás de los jefes de toda la vida! Eso es mobing. Pero ya con lo del peeting sexual este, me puse a investigar. Resulta ser... para traducirlo al cubano, que no es ni más ni menos que "apretar" o "agarrar", como se decía en aquellos tiempos pasados de mi adolescencia: hacer de todo sin penetración. Por lo que tengo entendido, viene del verbo to peet (o algo así) que quiere decir acariciar. Besitos, pajitas pero fuera la culebrita. Lo que pasa es que con el peeting estos muchachitos de hoy (y de siempre) no se contentan, y echan mano del blue sex, es decir, se chutan unas buenas viagras, un poquito de alcohol, un par de rayitas de coca(no cola) y con ese ajiaco no se les levanta la cosita. Las nenas que también se tiran sus rayitas, sus cubalibres y de todo, se dejan llevar y practican el chillout sex, así, relajaditos y sabrosos. Pero como supongo que estas prácticas modernas y en inglés te dejen menos satisfecho que que a la hembra de un panda, se comunican con su bluetooth -tecnología-de-última-generación-que-permite-comunicarse-desde-un-móvil-al PC-o al-PDA- y se citan en lugares abiertos para hacerlo y quien quiera mirar que mire. Nada, un buen palito sin saber quién eres, Nyerere. Exhibicionismo se ha llamado siempre. No sé... yo me había quedado en el cibersexo con alguien conocido que te sedujera, pero ya sé que aún sabiendo eso, soy una momia. De todas maneras... estos críos me acongojan. Y me acojonan. Si a los 14 toman viagra, no pronostico nada bueno. ¡Niños! ¡A templar como Dios manda, carajo! Si quieren les doy ideas, pero esto... Mejor folling, folling, tiempling, tiempling, que el consejo me lo van a agradecer.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Esas prácticas me suenan a las series americanas de la Fox, mucho "Sin Rastro", mucho "CSI" de Las Vegas, Miami, Nueva York y Alburquerque. Tengo Bluetooth desde hace dos años, y nadie ha querido ligar conmigo... será que estoy mayor... Pero un adolescente con Viagra... Esperemos que sean pajas mentales de una sexóloga en busca de audiencia, si no, mal vamos. Eso sí, lo del peeting ya es otra cosa..., y apoyo tu moción: folling folling, que es más sanning sanning
Besos.