martes, diciembre 19, 2006
Bueno, pues aquí vive Déborah, en el estado de Oregon, Estados Unidos de América. Ya lo saben: mi hermanita, la única que tengo, la más linda, la preferida, y encima la madre de Pablo que es un sol. Mi hermanita me trae mal de la cabeza. ¡Ya no le importa el frío! Déborah se levanta y se lee mi Blog con un cafecito, aunque nunca me había dicho qué espectacular es este lugar donde vive, porque probablemente no tenga ni tiempo: hay miles de razones para trabajar día tras día, sin un respiro en un sitio muy cool dándole pastillas a los ancianitos. Pero Telefónica de España me ha hecho una tarifa especial y pude hablar con mi hermi un buen rato. Y me lo contó todo: las ganas de volar, los sueños por saldar, la vida por seguir... En Oregon casi nunca pasa nada. Eso creía ella, pero resulta que tres montañeros intentan subir a este lugar, al Mount Hood, de más de 3000 metros de altura y ¡pum! viene una tormenta de viento y nieve y se los lleva por delante. Yo me puse histérica, porque mi hermana había salido de su Stayton a un almuerzo navideño y les agarró ese mismo temporal. Pero no pasó nada. De esto hace diez días. Hoy han encontrado a uno de los montañeros en una cueva en el hielo que tal vez él mismo cavó. Muerto, claro. Los otros dos no han aparecido. ¡Qué pena de noticia!Para que mi hermana me de la razón: en Oregon sí pasan cosas! Y estás tú, Deby, que eres la belleza. Un lujo para Oregon.
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