jueves, noviembre 30, 2006

Javier Ruibal, ¡qué rica la sombra que hay a tu lao" . Mi historia de amor musical con este gaditano puede que se remonte a 1989 cuando lo vi por primera vez en un concierto en Las Palmas de Gran Canaria. Casi me da algo. Todo era nuevo, diferente, exquisito, emocionante. Desde entonces creo que no soporto la música que no me emocione. ¡Y mira que yo venía con mi mochila cargada de Silvio y Pablo! Ese día me robé el cartel del concierto, que estuvo colgado en la pared de mi cuarto en La Habana hasta que vine a vivir aquí. Entonces no sabía que hay una especie de signo zodiacal, carta del tarot o letra del tablero de Ifá: una condición humana que consiste en ser ruibalero. Feliz de tí si te toca serlo. Ojalá este mundo tuviera la capacidad de contar con esa condición en vez de ser virgo, cáncer, el ahorcado o eyeífe. Ser ruibalero incluye, entre otras cosas, generar belleza, erotismo y bondad... esas cositas que tanta falta nos hacen a estas alturas del jodido mundo que nos ha tocado. Javier intenta atrapar el corazón que se le sale, "en esta hora de los besos y en las otras 23": Javier Ruibal ha recibido el Premio de la Villa de Madrid en el apartado de música popular por su disco "Lo que me dice tu boca" grabado en directo en la Sala Galileo Galilei de esa ciudad. Amigos... ¡habría que hacerle una fiesta! Muchísimas felicidades, caballero de todos mis días. *Como ven, presumo de mi disco con dedicatoria. ** Gracias Juan Andrés por la noticia.

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