martes, agosto 15, 2006

EL NECESARIO DESCANSO DE LOS GUERREROS y/o de los guerrilleros, ya se lo tienen bien merecido. Pero no se apuren, no voy a hablar de Fidel: su recuperación será lenta, dice él mismo, y no hay que esperar que ocurran milagros; tendremos que estar preparados para las malas noticias. Me alegró verlo ahí, al abuelo gruñón, y me alegró ver a Raúl. Pero fíjate que no me gustó el chándal de Adidas. No sé, estaba un poco fuera de tono: se le fue un gallo a mi comandante. Y es que ese detalle no habría tenido la menor importancia si no fuera porque hoy, otro gran guerrero mítico, pero del sexo, las drogas y el rock & roll, el de la lengua enorme y emblemática señor Mick Jagger, tuvo que suspender un macroconcierto en el Estadio José Zorrilla de Valladolid. Glupp! primero: no sabía que un estadio tuviera el nombre de Zorrilla (lo cual no me pega para nada, con perdón de los vallisoletanos) y después porque no podía entender la mezcla de encabronamiento, desilusión y auténtica tristeza de todas las 48 mil personas que se fueron hasta esta ciudad a escuchar y ver a sus Satánicas Majestades. Pero qué le vamos a hacer. Los hosteleros ya se habían forrado y la gente se quedó allí, mirando atónitos el desmontaje de un escenario que tardaron meses en montar (creo que era algo así como el corral donde Shakespeare escenificaba sus obras) A mí no, porque a mí los Rollings me importan un carajo. De hecho, ni sabía que en una época hubo rivalidad entre "los Te Beatles" (que diría mi sargento en los Camilitos) y los Estones. ¡Y yo qué sé! Entonces había dos bandos bien definidos: o Serrat o Nino Bravo. Y punto. Los Van-Van o ¿Pello el Afrokán? Y otro punto. Nosostros escuchábamos en "Nocturno" a Kary Catona, a Marisol y a Karina. El caso es que, gracias a la prohibición más férrea de la "música enemiga", jamás supe quienes eran estos señores. Hoy sé que después de 43 años en la carretera suman entre los cuatro (Mick, Keith, Charlie y Roonie) unos 250 años. Y así pasa lo que pasa: la gira "A Bigger Bang" (que vaya usté a saber qué quiere decir, porque no lo cojo) se ha tenido que suspender tres veces: la primera por el ingreso de Ronnie Wood en una clínica de desintoxicación de Londres para paliar su alcoholismo; la segunda, la de mayo en Madrid y Barcelona, porque Keith Richards tuvo un infortunado accidente en abril al caer de un cocotero en Nueva Zelanda y ahora por la laringitis del de la lengua. El caso es que el señor Cecilio Vadillo, sub-delegado del Gobierno en Valladolid, tuvo que hacer un llamamiento a la calma y mantuvo el dispositivo de seguridad para evitar problemas de orden público... y en Cuba estamos tranquilos cuando el otro abuelo está malito. En fin: la próxima actuación de los Rollings será en El Ejido. Sólo les digo: ¡cuidado, que allí la gente se puede poner muuuy bravita! Sé que este pequeño homenaje a la tercera edad tal vez no sirva para mucho, pero debo darles, abuelos, tres consejos: 1º- no chillen demasiado, que la psicodelia y el hard rock son muy heavys; 2º- no se trepen en los cocoteros, que bajar rodando afecta ciertas partes pudendas, y encima la próstata... y 3º- no me beban mucho, mejor fumen cualquier otra cosita sin importancia. ¡Ahhh! Y un 4º... no se me pongan ciertas marcas prohibidas como los Rollings y los Beatles. GRACIAS. *Esta mini experiencia pseudo periodística no está dedicada a todos mis amigos, aquellos de las ruedas de casino con los Van Van: está dedicada especialmente a Eduardo del Llano, que se tatuó algo de los Estones...cuando podían dar conciertos, los pobres.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Qué cabrona eres!

Anónimo dijo...

Parecen curiosos estos destellos de "gerontocracia" en una sociedad donde cada vez se venera más la juventud y hay que triunfar antes de los 20 años. O quizás no. Quizás solo se nos pida que triunfemos antes de los 20 pero que nos mantengamos en forma, sin arrugas y en la cima hasta los 90. Casi nada.