EL NECESARIO DESCANSO DE LOS GUERREROS y/o de los guerrilleros, ya se lo tienen bien merecido. Pero no se apuren, no voy a hablar de Fidel: su recuperación será lenta, dice él mismo, y no hay que esperar que ocurran milagros; tendremos que estar preparados para las malas noticias. Me alegró verlo ahí, al abuelo gruñón, y me alegró ver a Raúl. Pero fíjate que no me gustó el chándal de Adidas. No sé, estaba un poco fuera de tono: se le fue un gallo a mi comandante. Y es que ese detalle no habría tenido la menor importancia si no fuera porque hoy, otro gran guerrero mítico, pero del sexo, las drogas y el rock & roll, el de la lengua enorme y emblemática señor Mick Jagger, tuvo que suspender un macroconcierto en el Estadio José Zorrilla de Valladolid. Glupp! primero: no sabía que un estadio tuviera el nombre de Zorrilla (lo cual no me pega para nada, con perdón de los vallisoletanos) y después porque no podía entender la mezcla de encabronamiento, desilusión y auténtica tristeza de todas las 48 mil personas que se fueron hasta esta ciudad a escuchar y ver a sus
Satánicas Majestades. Pero qué le vamos a hacer. Los hosteleros ya se habían forrado y la gente se quedó allí, mirando atónitos el desmontaje de un escenario que tardaron meses en montar (creo que era algo así como el corral donde Shakespeare escenificaba sus obras) A mí no, porque a mí los Rollings me importan un carajo. De hecho, ni sabía que en una época hubo rivalidad entre "los Te Beatles" (que diría mi sargento en los Camilitos) y los Estones. ¡Y yo qué sé! Entonces había dos bandos bien definidos: o Serrat o Nino Bravo. Y punto. Los Van-Van o ¿Pello el Afrokán? Y otro punto. Nosostros escuchábamos en "Nocturno" a Kary Catona, a Marisol y a Karina. El caso es que, gracias a la prohibición más férrea de la "música enemiga", jamás supe quienes eran estos señores. Hoy sé que después de 43 años en la carretera suman entre los cuatro (Mick, Keith, Charlie y Roonie) unos 250 años. Y así pasa lo que pasa: la gira
"A Bigger Bang" (que vaya usté a saber qué quiere decir, porque no lo cojo) se ha tenido que suspender tres veces: la primera por el ingreso de Ronnie Wood en una clínica de desintoxicación de Londres para paliar su alcoholismo; la segunda, la de mayo en Madrid y Barcelona, porque Keith Richards tuvo un infortunado accidente en abril al caer de un cocotero en Nueva Zelanda y ahora por la laringitis del de la lengua. El caso es que el señor Cecilio Vadillo, sub-delegado del Gobierno en Valladolid, tuvo que hacer un llamamiento a la calma y mantuvo el dispositivo de seguridad para evitar problemas de orden público... y en Cuba estamos tranquilos cuando el otro abuelo está malito. En fin: la próxima actuación de los Rollings será en El Ejido. Sólo les digo: ¡cuidado, que allí la gente se puede poner muuuy bravita! Sé que este pequeño homenaje a la tercera edad tal vez no sirva para mucho, pero debo darles, abuelos, tres consejos: 1º- no chillen demasiado, que la psicodelia y el hard rock son muy heavys; 2º- no se trepen en los cocoteros, que bajar rodando afecta ciertas partes pudendas, y encima la próstata... y 3º- no me beban mucho, mejor fumen cualquier otra cosita sin importancia. ¡Ahhh! Y un 4º... no se me pongan ciertas marcas prohibidas como los Rollings y los Beatles. GRACIAS.
*Esta mini experiencia pseudo periodística no está dedicada a todos mis amigos, aquellos de las ruedas de casino con los Van Van: está dedicada especialmente
a Eduardo del Llano, que se tatuó algo de los Estones...cuando podían dar conciertos, los pobres.
¡Qué cabrona eres!
ResponderEliminarParecen curiosos estos destellos de "gerontocracia" en una sociedad donde cada vez se venera más la juventud y hay que triunfar antes de los 20 años. O quizás no. Quizás solo se nos pida que triunfemos antes de los 20 pero que nos mantengamos en forma, sin arrugas y en la cima hasta los 90. Casi nada.
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