FELIZ DÍA DE LOS ENAMORADOS, SAN VALENTÍN O LO QUE SEA. Hay que amar, pero no con esta mermelada mediática, ni este lío insoportable, herencia de un señor que en vida se llamó Ramón Areces y de su primo lejano Pepín Fernández. Los dos se fueron a La Habana, trabajaron en El Encanto (aquel que después ardería con víctimas... homenaje a Fe del Valle) y allí aprendieron los asturianos; mucho. Al regresar, Don Ramón compró una sastrería en la calle Preciados, "El Corte Inglés" y el otro, Don Pepín "Sederías Carretas", también en la calle Preciados. Y ahí los tienes: los primos lejanos aconsejados por su tío Don César Rodríguez se convierten en los inventores de este día. Desde los años 50's se enfrentaron una y otra vez: Galerías Preciados vs El Corte Inglés. Pepín perdió la batalla cuando El Corte Inglés se hizo con su cartera de clientes, su negocio y sus instalaciones. No voy a decir el volumen de facturación de este grupo mercantil porque...pa' qué. Ellos inventaron este estúpido día. Pero "es que hay que amarse hoy", porque un santo un poco lerdo casaba a la gente por debajo... ¡No me jodan! Hay que amarse todos los santos días de este mundo, para bien y para mal. Este día siempre me ha parecido una mierda pero si no les felicito, quedo bastante mal. A todos los hombres que he amado y al que amo; a los correspondidos o no; a los antiguos, a los locos, a los lejanos ... a sus pies. De regalo, un poema de Efraín Huerta, por si les vale: Siempre/ Amé/ Con la/ Furia/ Silenciosa/ De un/ Cocodrilo/ Aletargado.